El sector turístico ecuatoriano quiere seguir con el principio del buen anfitrión. Ser hospitalario, amable y asequible con el que llega a casa. Sea un nuevo huésped o con el que lo ha frecuentado esporádicamente.
La consigna de los operadores para este año es enfocar sus esfuerzos en atender al turismo nacional que, según se han dado cuenta, es el que ha mantenido la casa medianamente llena (hoteles, hosterías, hostales).
Por ahora los dueños de establecimientos turísticos miran al turismo extranjero como cual resplandor al fondo del túnel: un poco lejos de alcanzarlo. Para las cámaras de turismo a escala nacional no hay aún buenas señales para que los visitantes de otros países lleguen al mismo ritmo de los cuatro años anteriores a la pandemia.
Las visitas de extranjeros se redujeron en 73% con respecto al promedio registrado entre 2016 y 2019. En ese período arribaron 1 593 435 foráneos, en promedio, mientras que el año pasado solo lo hicieron 434 620, según datos del Ministerio de Turismo.
Tras el golpe negativo del primer tramo de la emergencia sanitaria, los operadores experimentaron la llegada de turistas nacionales, incluso, hasta ver sus locales llenos.
El año pasado la recuperación fue de 107% con relación al 2020, en cuanto a las visitas a playas, balnearios de agua dulce, parques acuáticos, parques, reservas…
Ese incremento fue mayor al compararlo con los dos años anteriores a la pandemia, que dejaron saldos negativos. El 2018 cerró con un 17% menos de flujo turístico versus el año previo. Y el 2019 con menos 10% en comparación con el período anterior.
No obstante, el movimiento turístico del 2021 es menor que el promedio de los cuatro años previos al estado de alarma.
Unos 6 806 550 ecuatorianos viajaron como media en esos cuatro años, mientras que en 2021 se movilizaron 4 864 400.
Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador, menciona una serie de factores que impactaron en la merma.
Apunta a las decisiones tomadas por los comités de operaciones de emergencia sobre el aforo, restricciones de horarios de atención, controles, entre otras medidas.
Aunque el gremio afirma que estuvieron de acuerdo y apoyaron las restricciones, cree que hace falta una promoción integral para equilibrar el desfase actual entre turismo nacional y el extranjero.
Muñetón dice que se hubiese aprovechado el plan 9/100 de vacunación para decirle al mundo que el país consiguió un gran logro. Lo cual se hubiese traducido en una mayor afluencia de turismo.
La Federación de Cámaras de Turismo vio como positivo que se elimine el 12% del IVA para el extranjero que llegue a los destinos.
Pero consideran que esto funcionaría mejor con el ecuatoriano ya que eso incentivaría una verdadera reactivación.
El Gobierno Nacional, de hecho, anunció que introducirá un decreto para que el IVA quede en un 8% en 12 fechas de vacaciones. Además, se informó que el presupuesto para la promoción turística pasara de USD 500 000 a USD 40 millones hasta 2025.
El titular del gremio ha pedido una reunión con Guillermo Lasso, para coordinar mejores acciones. “El primer paso que vamos a proponer es que se incentive al ecuatoriano para que viaje en su país; porque es más fácil. Ahorita la balanza está desequilibrada. Llegaron del exterior un poco más
400 000 personas, pero salieron 700 000”, explica Muñetón.
Los operadores aseguran que, pese al buen desempeño en 2021, las expectativas no se cumplieron, si se toma en cuenta, por ejemplo, el tema de las tarifas, que se mantienen en algunos destinos al 50% con relación a los tres años anteriores del inicio de la pandemia.
Ahora mismo en el hotel El Marqués, un Atacames (Esmeraldas), una habitación individual cuesta USD 57,98 por noche. Pero hay otros de nivel económico, como La Barca, en el que se halla una habitación triple por USD 40,50.
Eddy Gómez, directivo de la Cámara de Turismo en este cantón, señala que uno de los compromisos para este nuevo año es consolidar el tema de servicios para el turismo nacional. A nivel de cámaras se trabajó en las facilidades tecnológicas para que se puedan hacer las reservas directas, a través de páginas web integradoras, es decir, con una oferta total de agremiados. Así, por ejemplo, el viajero se evita la tradicional llamada, sino que concreta su hospedaje directo en esas plataformas.
